DESDE TIEMPOS REMOTOS HASTA LA FECHA HEMOS TENIDO DE TODO UN POCO: LA ESCALA, EL NIVEL Y EL VALOR VA AUMENTANDO CADA AÑO, QUEDA LA AÑORANZA Y EL DESEO DE TENER NUEVAMENTE TODO LO DE ANTAÑO.
¿Será que en ese pasado encontraban satisfacciones y felicidad? Recordarán las arquitecturas, las costumbres, los alimentos y manjares naturales, el campo virgen, animales sanos, familias unidas, sólo suspiros y sueños.
Siempre hemos tenido un universo dadivoso, liberado de acciones y actuaciones que nos ha llenado de regalos infinitos, maravillosos, extraños, fantasiosos y reales, como:
Libertad, libre albedrío, perspectivas, opciones, posibilidades y capacidades increíbles como la energía, la fuerza, el ánimo, la resignación, el caer, el levantarse, el poder de la comunicación: voz, imágenes, signos, movimientos corporales, ritmo, canto, danza, vía satélite, tecnología, teléfono, radio, televisión.
Hoy la mercadotécnica posee refinados medios masivos de comunicación; subliminalmente: “actuemos igual a los demás” y ¿dónde?:
La individualidad, la particularidad, el arte de ser único, auténtico, real y capaz.
La publicidad es ya una ciencia; domina en detalle el proceso de comunicación, busca al emisor apropiado, en función del receptor comprador potencial. Es enunciativa, competitiva a veces agresiva por lo que prevalece la tendencia política, el atractivo- auditivo, el mensaje visual, la imagen y sonido.
La difusión, penetración, comercio y abuso de la prensa, la radio, la televisión y como todas las tecnologías en sus puntos negativos. Nos daremos a la tarea de discusiones a manera de ponencias e informes cuyo análisis, discusión y comentarios nos lleva a obtener conclusiones en cuanto: secciones, artículos, productos, revistas, propaganda, anuncios, canciones, periódicos, comerciales.
Nadie es tonto, ni es incapaz de conocer y comprender las verdades de los acontecimientos del antes y del después, nos refugiamos, evadimos y encontramos lo que si conviene; lo más fácil, lo más cómodo
¿Porqué, no? ¿en quién tenemos que creer? ¿En quién tenemos que confiar? Solo una respuesta: en ti, confía y cree.
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